domingo, 21 de noviembre de 2010

Costa Rica Nicaragua y el comercio internacional

A lo largo de toda su historia, Costa Rica y Nicaragua siempre han tenido muchas disconformidades, y hoy, estas diferencias se han llevado a tal extremo que en este momento nosotros los costarricenses nos encontramos tensos.

Hace unas semanas atrás, Nicaragua decidió invadir parte del territorio de su país vecino, específica en la isla Calera, aclamando que eso es parte de su territorio según un mapa no oficial utilizado por Google. La intención de Nicaragua es invadir isla Calero para cambiar el caudal del Rio San Juan y de esta forma tener una desembocadura más grande a la que posee en este momento. Esto con el fin de permitir el acceso de barcos más grande. Sin embargo, ellos manifiestan que al Río San Juan es de ellos, y es el método limítrofe que se utiliza para dividir Costa Rica de Nicaragua, por lo que si logran desviar el cauce de este río, Isla Calero pertenecería a dicho país.

Democráticamente no es un argumento válido, porque los límites entre estos dos países han existido desde hace años y están respaldados por los acuerdos limítrofes entre los dos países. Desde mi punto de vista, creo que Nicaragua ha hecho todo este escándalo porque internamente tiene problemas más serios como desempleo, que hasta el día de hoy es el segundo país más pobre de Latinoamérica, después de Haití. Además de que el próximo año son las elecciones en Nicaragua y Ortega ha perdido popularidad por los mismos problemas internos.

Para el comercio internacional, las importaciones y exportaciones que se llevan a cabo por medio de la esa frontera están en riesgo de que en cualquier momento uno de los dos países cierra su frontera y las exportaciones e importaciones se paralicen. Esto tendría serías repercusiones a nivel económico, alimenticio y social. Para las compañías el retraso en el transporte de la mercadería genera un gasto más y en la mayoría de las ocasiones es muy alto, especialmente si la mercadería se descompone o se pierde. El turismo se vería muy afectado, porque muchos costarricenses viajan a dicho país como turistas, y muchos extranjeros después de visitar Costa Rica visitan Nicaragua por su proximidad. Costa Rica dejaría de recibir a los nicaragüenses que emigran por trabajos, muchos de ellos de temporada. Los nicaragüenses que viven aquí no podrían enviar las remesas que normalmente envían.

Esto solo son ejemplos de lo que podría pasar. Como países vecinos deberíamos olvidar estas diferencias y beneficiarnos mutuamente de las ventajas que cada país posee. Costa Rica como una de las mejores economías en Centroamérica podría ayudar mucho a Nicaragua. No obstante, siento que de parte de Nicaragua hay celos y puede que nosotros nos creamos más que ellos, cuando en realidad no debe ser así. Los ticos sin los nicaragüenses no podemos vivir ya que son ellos los que trabajan para darnos el café y otros alimentos y productos. Y los nicaragüenses reciben remesas de Costa Rica. Deberíamos unirnos y dejar atrás las diferencias.

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